Un puff es un elemento que amuebla, decora y nos aporta confort en nuestro hogar. Los puffs nos ofrecen un amplio abanico de posibilidades no solo debido a sus múltiples ventajas, sino también a la amplia variedad de diseños. De hecho, conforme pasa el tiempo, son tenidos en cuenta a la hora de decorar ciertas estancias de manera.
Es por esto que, en este post, pretendemos dar una visión global sobre los puffs decorativos y de descanso con el objetivo de darle más visibilidad y aportar ideas geniales de decoración con este tipo de elemento.
¿Qué es un puff?
Un puff o pouf es un elemento con una doble función: decorar y aportar comodidad.
Los puffs están en el mercado desde hace bastantes años, y fueron creados con la idea de poder proporcionar un tipo de asiento que se adaptase perfectamente a la fisionomía y posición de cada persona.
En el mundo oriental, los puffs son elementos muy utilizados. De hecho, su origen es otomano, de ahí que se conozca también como “asiento otomano”. El nombre puff procede del sonido que éste emite al sentarnos sobre él.
Se presentan como un tipo de sillón o asiento carente de respaldos y de brazos y que permite tomar asiento muy cerca del suelo. En el mundo oriental solían, y aún hoy suelen, ser usados para comer todos de un mismo plato que se sitúa en el centro de una mesa baja o en el suelo.
A lo largo del siglo XIX estos accesorios empezaron a incorporarse en las casas a modo de taburete bajo, con alguna tela para ocultar las patas. Este taburete podía ser utilizado como asiento, pero más frecuentemente se usaba como complemento a un sillón para apoyar los pies. Posteriormente, su uso se fue haciendo popular, se generalizó y se fueron creando nuevos diseños y formas.
En la actualidad, existe una amplísima variedad de tipos de puffs como iremos viendo a lo largo del post. Es un accesorio que puede funcionar como sillón, sofá o incluso como cama.
¿Con qué están fabricados los puffs?
En su parte interior, el puff está generalmente relleno con copos o bolas de poliuretano o de poliestireno expandido. Gracias a este relleno, los puffs pueden modelarse con gran facilidad. Además, las bolas de poliuretano no son un material pesado, lo que convierte al puff en un elemento ligero de transportar. Los puffs rígidos suelen ir rellenos con otro tipo de materiales, como espuma de poliuretano o HR y cuentan con una estructura de madera que les permite mantener su forma cuando colocamos peso sobre ellos.
El exterior del puff está fabricado con un tapizado que puede ser de tela o de polipiel. La parte exterior es la que dará el diseño y la forma al puff, pues no cuentan con ningún tipo de estructura interior. Lo más importante a la hora de elegir un tapizado es que la tela sea resistente y flexible para evitar que se deforme con el tiempo. Además, las costuras deben ser fuertes, para evitar que el relleno pueda salirse.
Las ventajas principales de los puffs de polipiel es su fácil limpieza, simplemente con un paño humedecido con agua y jabón.
Si elegimos un puff de tela, hemos de cerciorarnos de que la tela sea antimanchas y de fácil limpieza, pues no hemos de olvidar que el puff va directamente apoyado en el suelo.
Los puffs de polipiel, deben ser de una polipiel de calidad para que no se agriete fácilmente y esté como nuevo por mucho tiempo. De entre las polipieles de mayor calidad destaca la polipiel Elfos. Esta polipiel es de alta resistencia, tanto a la abrasión como a la luz, por lo que un puff tapizado en polipiel Elfos es un puff de calidad que se mantendrá nuevo como el primer día durante muchos años.
Tipos de puffs
Generalmente cuanto pensamos en un puff, nos lo imaginamos como una especie de pelota grande, redonda y deforme que sirve para sentarse. Sin embargo, éste no es más que un tipo de puff de entre tantos, pues los hay de muchísimas formas, y que nos ofrecen muchísimas posibilidades diferentes.
La primera diferenciación que podemos hacer para clasificar los tipos de puffs es entre puffs rígidos o sólidos y puffs blandos.
Puffs rígidos
Un puff rígido es el aliado ideal cuando queremos contar con un asiento extra en el salón en un vestidor o incluso en una sala de juegos.
Y es que no solo nos ofrecen un bonito diseño, sino también una gran funcionalidad, pues por lo general pueden apilarse uno sobre otro, guardarse cómodamente cuando no los estemos usando o incluso los hay que cuentan con arcón que nos permite guardar objetos.
Este tipo de puffs, a diferencia de los moldeables, cuentan con una estructura de madera, para que puedan mantener su forma cuando nos sentemos en ellos.
Puffs rígidos con forma de cubo
Los puffs con forma de cubo cuentan, no solo con la ventaja de tener un bonito diseño, sino también con la de ser un accesorio muy ligero. De esta manera, son objetos fácilmente apilables.
Son el tipo de puff que suele ir inserto en los brazos de algunos sofás, y que sirve de un asiento a modo de taburete o incluso de un cómodo reposapiés.
Además, pueden guardarse bajo una mesa, de manera que no ocupan espacio aprovechable cuando no los estamos usando.
Los hay de diferentes tamaños y algunos cuentan además con un arcón en el que guardar objetos pequeños, por lo que son ideales, por ejemplo, para una sala de juegos.
Puffs rígidos ovalados o redondos
Los puffs ovalados son muy parecidos a los que tienen forma de cubo, pero con forma redondeada.
Su principal ventaja es su diseño, son muy bonitos y decoran cualquier estancia, aportando un toque divertido, moderno y desenfadado.
Suelen contar con una variedad muy amplia de tapizados y de acabados. Son ideales para colocar alrededor de una mesita baja y poder reunirse cómodamente.
Puffs rígidos estilo diván
El puff estilo de diván es un tipo de puff convertible desde un cubo hasta un diván en el que podemos recostarnos y descansar cómodamente.
Es un modelo de puff que nos ofrece muchas posibilidades, pues puede usarse tanto para sentarse como para recostarse.
Este tipo de puff está relleno con espuma de poliuretano, el mismo relleno que suele usarse en los asientos y respaldos de los sofás, por lo que nos aporta una sentada cómoda y acogedora a la vez.
Puffs rígidos convertibles
Llamamos puffs convertibles a aquellos que pueden ser usados de diferentes maneras dependiendo si queremos sentarnos o recostarnos.
El modelo Conver es un ejemplo de puff convertible, y refleja perfectamente las posibilidades que nos puede ofrecer este tipo de elemento decorativo y de confort.
Se puede usar como sillón, como diván para poder recostarse con las piernas estiradas a leer o ver la televisión o como cama si lo estiramos completamente. Además, está relleno de HR de 30 kg de densidad, el mismo material con el que se fabrica el núcleo de los colchones viscoelásticos, de manera que nos aporta una comodidad excepcional incluso como cama usada esporádicamente.
A todo esto, se une su bonito diseño y la gran variedad de colores del tapizado en polipiel.
Puffs blandos
Los puffs blandos son aquellos que van rellenos de bolas de poliestireno que pueden adoptar diferentes formas permitiéndonos adoptar diferentes posiciones.
No cuentan con ningún tipo de estructura interior y la forma les viene dada por el tapizado. Por ello es importante asegurarnos de que compramos un puff fuerte, con buenas costuras y un puff con un buen tapizado con una tela resistente que soporte la sentada y no se agriete ni deteriore con facilidad.
Pueden contar con formas muy diversas, desde puffs con forma de pera, puffs con forma de balón hasta puffs con forma de bolso y suelen ser llamados puffs gigantes o puffs XL debido a su tamaño.
Incluso hay puffs blandos con forma de sillón. Su principal ventaja es que nos permiten adoptar diferentes posiciones de confort, y nos proporcionan una gran acogida de todas las partes de nuestro cuerpo.
Puffs de diseño populares
Puff cojín
Los puffs con forma de cojín tienen un diseño ideal y son perfectos para decorar una sala de juegos o para colocar en la habitación de los peques.
Nos permiten sentarnos cómodamente en ellos. Son fáciles de transportar, por lo que pueden colocarse de muy diversas maneras de manera muy sencilla.
Puff sillón
Los puff sillón permiten sentarse cómodamente tanto a los niños como a los adultos. Son ideales para crear zonas donde poder relajarse mientras vemos una película o leemos un libro.
Sus medidas son 70 cm x 80 cm y está tapizado en polipiel Elfos de máxima calidad. Cuenta con un doble cosido y con cierre de seguridad con cremallera, que lo convierte en un puff recargable cuando pierda consistencia.
Puff sofá 1 plaza o 2 plazas
Este modelo de puff se asemeja a un sofá. Es semi-rígido, de manera que no se deforma mucho al sentarnos.
Nos permite sentarnos como en un sofá, pero más cerca del suelo.
Está relleno de poliestireno expandido, y cuenta con un doble cosido que garantiza su durabilidad.
Permite crear espacios de reunión muy originales, combinando colores y acabados.
Mantenimiento y limpieza de los puffs
Hemos de destacar que el mantenimiento y la limpieza de un puff es altamente sencilla.
Eso sí, hemos de asegurarnos de que la tela del tapizado del puff sea de calidad y si es anti manchas, mejor que mejor.
Generalmente, los puffs más fáciles de limpiar son los tapizados en algún tipo de polipiel, pues solamente con un paño humedecido en agua y jabón podremos dejarlo como nuevo.
En el caso de que sea de tela podremos usar algún tipo de limpiador en seco de los que venden en cualquier supermercado, pero debemos probar primero en algún lugar poco visible para evitar estropear el puff tapizado. Lo más recomendable sería intentar limpiarlo con agua y jabón neutro, pues es una forma de garantizar que no se nos estropeará el tapizado. Sin embargo, para la limpieza de un puff tapizado en tela, lo mejor es leer las características técnicas y los consejos de limpieza del tipo de tapizado para evitar sorpresas desagradables en el proceso de limpieza.
En cuanto al mantenimiento general de los puffs, hemos de prestar especial atención a los puffs blandos, pues con el tiempo tendremos que rellenarlos. Podemos encontrar relleno de espumas de poliuretano para puffs en diferentes lugares de internet.
Es importante calcular bien el relleno que hemos de usar para nuestro puff.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es el tamaño del puff y lo flojo que está.
Si el puff mide unos 60 cm x 60 cm aproximadamente, y está bastante flojo tendremos que usar unos 40 L para rellenarlo.
Si mide unos 90 cm x 90 cm aproximadamente, tendremos que rellenarlo con entre 160 L y 250 L, dependiendo de lo blando que esté.
Si mide más de 90 cm x 90 cm , deberemos rellenarlo con un rango de litros de 250 L a 350 L, dependiendo también de lo flojo que esté.
El tener un puff con suficiente relleno es fundamental para garantizar nuestra comodidad cuando nos sentamos sobre él.
¿Dónde colocar un puff?
Cabe destacar que los puffs no solo son elementos muy prácticos e ideales para la decoración de nuestro hogar, sino que también pueden ser colocados en el exterior, en terrazas o jardines.
¿Qué mejor que poder contar en casa con un ambiente chill-out donde relajarse cómodamente? Pues esto es posible con los puffs.
Existen modelos de puffs impermeables que pueden usarse sin problemas a la intemperie. Al ser impermeables no les afectarán las múltiples inclemencias del tiempo como las lluvias, por ejemplo.
Podremos crear espacios que nos sirvan para relajarnos y que a la vez den un toque de diversión y colorido a nuestro hogar.
En el salón, cada vez es más común la utilización de puffs. Hoy día, incluso muchos modelos de sofás incorporan puffs que pueden guardarse o extraerse cuando sea necesario. De esta manera podremos contar con un asiento extra para invitados o con un soporte perfecto para nuestros pies que nos permitirá adoptar una posición relajada mientras vemos la televisión o una fantástica película.
Hay puffs para el salón que incluso sirven de mesita improvisada o que cuentan con un arcón debajo del asiento para guardar diferentes objetos.
Los modelos de puffs XL, resultan super relajantes, y por tanto ideales para colocar en el salón en vez de un sillón, convirtiéndose así en un artículo con muchas ventajas y mucho más barato y divertido que un sillón, por ejemplo.
¿Qué tener en cuenta a la hora de comprar un puff?
El mercado nos ofrece una variedad de modelos y tipos de puffs tan amplia que a veces es muy complejo decidirse. Por ello, es conveniente tener en cuenta una serie de factores que nos ayuden a decidirnos como:
¿Dónde quiero colocar el puff?
Generalmente, cuando buscamos un puff en el mercado, lo estamos buscando para colocar en un lugar concreto de la casa. Esto condicionará nuestra decisión.
Si queremos colocar el puff en el exterior, en el jardín o en la terraza, hemos de asegurarnos de elegir un puff impermeable, que aguante perfectamente en las inclemencias del tiempo. Si no es así tendremos que guardarlo en casa cundo llueva o cuando no lo estemos usando y eso puede convertirse en una tarea tediosa.
Si vamos a colocar el puff dentro de casa, por ejemplo, en el salón, no tiene por qué ser impermeable, pero sí hemos de elegir un modelo acorde con el tamaño del lugar donde lo queramos colocar. De todas maneras, son artículos muy fáciles de mover, de manera que podremos plantearnos la posibilidad de usar un puff en varias estancias de la casa sin problema.
¿Quién va a utilizarlo?
No es lo mismo comprar un puff infantil que un puff que va a ser usado por adultos.
En primer lugar, porque el tamaño puede no ser el mismo. Generalmente los puffs infantiles son más pequeños que el resto.
En segundo lugar, por el diseño. Existen puffs infantiles con diseños muy bonitos que, seguro que encantarán a los más peques, pero que no son los idóneos para ser usados por adultos.
Todo los anteriores, son sin lugar a dudas, factores a tener en cuenta, pero obviamente, el principal y más importante es nuestro gusto. El puff que elijamos ha de amoldarse a su función y al espacio que va a ocupar, pero lo más importante es que nos guste lo que compramos.