¿Sabías que la mayoría de las personas pasa al menos un tercio de su vida… durmiendo? En realidad, necesitamos descansar bien para afrontar cada día la ajetreada vida moderna, por eso se han desarrollado verdaderos sistemas de descanso, en los que el colchón es un elemento central.
El sistema de descanso
Un sistema de descanso está formado por el somier, el colchón, la almohada y la ropa de cama. El somier actúa como base del colchón; hay modelos fijos y articulados. La almohada puede ser de plumas, fibras de poliéster o látex; las dos primeras son un poco calurosas y las de látex son las más adaptables. Finalmente la ropa de cama debe ser amplia, de fibras naturales, que permitan la transpiración.
Cómo elegir el colchón adecuado
Para elegir tu colchón debes tener en cuenta tu estatura, peso, hábitos de descanso, si duermes solo o acompañado, y si tú o tu pareja tienen problemas de salud que requieran un tipo de colchón especial. El colchón es adecuado si al probarlo sientes que cede un poco bajo las zonas más pesadas y soporta firmemente las más livianas. Por eso el colchón no debe ser “blando” ni “duro” sino el que mejor se adapte a tu cuerpo, distribuyendo la presión en forma equilibrada y favoreciendo la circulación y la evaporación de la transpiración.
Tipos de colchones
Básicamente encontramos cuatro tipos de colchones: de muelles, de látex, de espuma y de tempur o viscoelásticos. Veámoslos en detalle.
Colchón de muelles
Los colchones con núcleo de muelles, los más reconocidos y habituales del mercado, ofrecen un alto grado de firmeza y una durabilidad reconocida. Están formados por capas de amortiguadores y rellenos, bien sean muelles bonell o bicónico y muelle ensacado.
El muelle bonell o bicónico está compuesto por muelles unidos entre sí, formando una sola carcasa. La calidad de esta puede variar dependiendo del número de muelles por centímetro cuadrado y del diámetro del alambre de acero, con el que esté fabricado el muelle.
El muelle ensacado está compuesto por un cierto número de muelles embolsados independientemente y unidos por dichas bolsas colectivamente, configurando un solo bloque. Este puede variar su calidad dependiendo del número de muelles que incorpore y la sección del alambre con el que esté fabricado el muelle. Aporta a nuestro colchón firmeza y distribuye el peso de la manera más adecuada.
Permiten la transpiración pero sufren deformaciones a lo largo del tiempo. Hay colchones de muelles independientes, continuos y embolsados; estos últimos son ideales para camas matrimoniales ya que no transmiten el movimiento. Es el mejor para las personas que transpiran mucho.
Colchones de espuma
Son colchones baratos; se deforman fácilmente y no facilitan la transpiración. Se fabrican en poliuretano. Hay dos variedades: de alta densidad, más parecidos a los colchones de muelles, y de baja densidad, sólo recomendables para su uso ocasional.
Colchón de látex
Tienen una gran elasticidad; están formados por un bloque continuo compuesto de millones de hilos de caucho, este es derivado de la resina del árbol Hevea Brasiliensis. Se amoldan perfectamente al cuerpo, más duraderos que los de muelles, pero no permiten tanto la evaporación de la transpiración aunque algunos modelos cuentan con perforaciones para aireación.
Existen distintas calidades en los colchones de látex, esta depende del porcentaje de látex natural y espuma de látex sintético que incorpore, que oscila entre el 20% al 97% de látex natural y el resto de látex sintético.
Los de látex natural, por ejemplo, deben tener como mínimo un 85% de fibras provenientes del árbol del caucho y un máximo de 15% de caucho sintético; los de látex sintético son más durables y se deforman menos. La etiqueta debe certificar la composición. Es el mejor para las personas alérgicas ya que no permite que aniden ácaros y otros insectos.
Unos de los aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de elegir nuestro colchón látex, es que tiene que tener como mínimo cinco zonas diferenciadas de firmeza para que nos aporte una adaptación correcta al cuerpo. Otra de las características que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir nuestro colchón de látex es la funda que ha de ser de un tejido con la máxima transpiración posible, debido a la necesaria ventilación extra que necesita este tipo de núcleo de látex.
Una característica que también podemos observar es que se adapta perfectamente a nuestro contorno ayudando así a nuestro descanso diario.
Colchón viscoelástico, de poliuretano viscoelástico o tempur
Se los conoce como colchones con “memoria corporal térmica” ya que la deformación producida por el peso del cuerpo se mantiene unos momentos ante un cambio de posición; esto lo hace ideal para quienes deben pasar mucho tiempo acostados. Básicamente consiste en una capa de material viscoelástico laminado sobre una base de poliuretano expandido, separados por canales de flujo de aire y las variedades están en el ancho de las capas; las más anchas resultan más cómodas.
De los distintos colchones viscoelásticos en el mercado, los dos modelos más comunes son los moldeados y los espumados. Los colchones viscoelásticos espumados se caracterizan porque en su fabricación se introduce un reactivo que al contacto con el aire crea una red abierta de poros que permite la circulación libre aire. por lo que la densidad es menor y recuperan la forma inicial de forma más rápida.
En cuanto a los colchones viscoelásticos moldeados, el poro es mucho más cerrado y de menor tamaño, por lo que la recuperación de la forma inicial es más lenta provocando esa sensación de mayor viscosidad puesto que la densidad es mayor.
Desde Confort Online recomendamos que el colchón sea viscoelástico moldeado ya que el confort durante las horas de sueño será muy superior así como la durabilidad del mismo.
De entre los materiales con los que se compone un colchón viscoelástico, además de la viscoelástica existen otros materiales como el tejido exterior Strech y que se caracteriza por la gran suavidad y elasticidad permitiendo el estirado en dos direcciones (horizontal y vertical). Otros de los materiales sería el tejido 3D, que se trata de una malla tridimensional que ayuda a la transpiración del colchón evitando el sobrecalentamiento que se produce en los meses más calurosos.
En cuanto a la durabilidad de los colchones viscoelásticos, se sitúa entorno a los 10 años. Aunque no debemos fiarnos de su aspecto exterior ya que puede parecer que están en buen estado mientras que las cualidades de sus componentes pueden haber mermado y ser necesario el cambio del colchón.
colchones, ¿aproximadamente cuanto es la durabilidad de estos productos teniendo ya en cuenta que uso se le daría a cada uno?