Las puertas correderas son una estupenda forma de optimizar espacio y al mismo tiempo decorar con estilo nuestro hogar. Prácticas, funcionales, elegantes, pueden llevarse al extremo del art deco o bien simplificar nuestra vida con ligeras gotas de diseño vanguardista.
En espacios reducidos como baños o cocinas, pueden convertirse en el mejor aliado de la casa, para ganar maniobrabilidad y lucir estéticamente perfectas. No sólo para ganar metros, puesto que en salones o despachos de oficinas pueden crear un ambiente recogido y según el diseño elegido, encauzar nuestra decoración hacia distintos estilos, desde el recogimiento oriental hasta la modernidad del metal y el acristalamiento traslúcido.
En sí mismas, esconden múltiples posibilidades, como el hecho de encerrar la puerta en el propio tabique, requiriendo cierta obra previa, o bien en panelados y carriles exteriores que dejarán a la vista en todo momento el recorrido de la misma y que también puede tener aplicaciones útiles.
El cristal es uno de los elementos que más se está imponiendo dentro del grupo de materiales escogidos para este tipo de diseños, siendo el que aporta tal vez, más modernidad y vistosidad a los acabados. En madera, todo tipo de materias primas hacen de la elección del color el aspecto más importante para decantarnos por una o por otra, encontrando verdaderas maravillas en la combinación de este material con toques metálicos y detalles que se contrapongan al clasicismo de la madera.
Tal vez una de las más llamativas, sea la combinación de una puerta doble, puertas contiguas se denomina, que aporta un acabado conjunto y que sin duda, en uso es visualmente impactante.