El invierno es el momento idóneo para aportar un complemento que de mucha vistosidad y calor a nuestro hogar, las alfombras podemos acoplarlas en cualquier estancia de nuestra casa, para ello es necesario estudiar cual es la mejor ubicación y las necesidades de cada vivienda.
A la hora de elegir una alfombra tenemos que tener en cuenta muchas cosas para escoger la perfecta y obtener el mayor rendimiento.
Según el trasiego de la zona donde va a ser situada podemos encontrar distintos materiales que nos faciliten su mantenimiento fibras naturales como son la lana, el algodón, el coco y otras sintéticas como poliéster, nylon, polipropileno entre otras. Según la selección tendremos más durabilidad en el desgate, más facilidad de limpieza, menos riesgo de toxicidad o inflamación en caso de accidente, repelentes de humedad, con tratamientos anti ácaros, etc.
El color es algo importante ya que llena de viveza la estancia pero debemos tener en cuenta el resto de la decoración para que resulte atractiva visualmente y no desentone con el resto del entorno. Puede aportarnos más calidez, más luz y es un elemento que no pasa desapercibido a los ojos de los invitados.
Su manejo debe ser fácil y rápido ya que para el aseo de la casa este elemento colocado debajo de sofás, camas, mesas de uso habitual, puede dificultar la limpieza de la zona donde se sitúa y acabar por crear más inconvenientes que beneficios.
Además de su uso estético una alfombra aporta calidez al habitáculo generando una sensación térmica adecuada, por eso suele ser un elemento usado siempre en épocas de poco calor.
Tú puedes elegir vestir tu dormitorio con una gran alfombra al pie de la cama y unas pequeñas a los laterales, vestir tu baño con una alfombra adecuada para su uso cotidiano o llenar tu salón de grandes sensaciones creando espacios confortables y rincones únicos gracias a este elemento.
Sólo aplicar una dosis de gusto, usabilidad y diseño para vestir tu hogar en épocas poco calurosas que darán un toque especial a tu hogar.